
El último encuentro ayer del Santo Padre, en su primera jornada en Estados Unidos, ha sido la celebración de las Vísperas y el encuentro con los obispos del país en el “National Shrine of the Immaculate Conception”, de Washington. De nuevo en esta ocasión Benedicto XVI ha abordado el doloroso tema de los abusos sexuales de menores. “Entre los signos contrarios al Evangelio de la vida que se pueden encontrar en América, pero también en otras partes, hay uno que causa profunda vergüenza: el abuso sexual de los menores. Muchos de vosotros me habéis hablado del enorme dolor que vuestras comunidades han sufrido cuando hombres de Iglesia han traicionado sus obligaciones y compromisos sacerdotales con semejante comportamiento gravemente inmoral”.
"¿Cómo, en el siglo veintiuno, puede un Obispo cumplir del mejor modo posible el llamado a “renovarlo todo en Cristo, nuestra esperanza”? ¿Cómo puede guiar a su pueblo al “encuentro con el Dios vivo”, fuente de aquella esperanza que transforma la vida de la que habla el Evangelio? (cf. Spe salvi, 4). Quizás necesita derribar ante todo algunas barreras que impiden este encuentro. Si bien es verdad que este País está marcado por un auténtico espíritu religioso, la sutil influencia del laicismo puede indicar sin embargo el modo en el que las personas permiten que la fe influya en sus propios comportamientos. ¿Es acaso coherente profesar nuestra fe el domingo en el templo y luego, durante la semana, dedicarse a negocios o promover intervenciones médicas contrarias a esta fe? ¿Es quizás coherente para católicos practicantes ignorar o explotar a los pobres y marginados, promover comportamientos sexuales contrarios a la enseñanza moral católica, o adoptar posiciones que contradicen el derecho a la vida de cada ser humano desde su concepción hasta su muerte natural? Es necesario resistir a toda tendencia que considere la religión como un hecho privado. Sólo cuando la fe impregna cada aspecto de la vida, los cristianos se abren verdaderamente a la fuerza transformadora del Evangelio
No hay comentarios:
Publicar un comentario